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ELS PALS

Todo un arte

 

Los primeros artesanos que fabricaban los palos de golf durante los siglos XVIII y XIX, eran un grupo realmente curioso de hombres que tuvieron un papel verdaderamente importante en la historia de este curioso juego.Los primeros palos los hacían carpinteros y torneros, curiosamente los mismos artesanos que se dedicaban a construir los arcos para los arqueros del rey.

 

Como en otras muchas profesiones, sus conocimientos se fueron transmitiendo de padres a hijos y durante generaciones estos fueron los encargados de construir y hacer estos primeros palos de golf. Una de las características principales de estos constructores de palos, es que muchos de ellos eran excelentes jugadores que utilizaban su hobbie como elemento de trabajo logrando unos palos excelentes que vendían y que ellos mismos utilizaban para poder jugar al golf. Así nombres destacados de la historia del golf como Willie Park, primer ganador del Open Británico, Willie Dunn Jr., primer ganador del Open de los Estados Unidos o Tom Morris el Viejo, fueron algunos de los más destacados artesanos especializados en palos de golf de su momento.

Los palos fabricados por estos hombres, eran aquellas maderas de larga cabeza que predominaron en el golf hasta la década de 1880. Antes de la industrialización, con la introducción de maquinaria, todas las partes de los palos de madera se hacían a mano. Así, para fabricar un playclub, el artesano debía tallar un bloque de madera dándole forma de cabeza con un casquillo donde insertar el mango. Para ello utilizaba un torno especial, adaptado al banco donde trabajaba y sostenido por una barra que se hallaba fijada al suelo para garantizar una total rigidez.

 

Muchas de las herramientas utilizadas eran las propias de un carpintero -sierra, martillo, destornillador, limas, cepillos, brocas. Además se empleaba un mechero bunsen para fundir y unir las piezas de plomo, con el que después se rellenaba una ranura practicada en la parte posterior del palo para poder darle un cierto contrapeso y fuerza a la cabeza.

 

En aquellos años muy lejanos en el tiempo, los hierros se utilizaban menos que las maderas hasta finales del siglo XIX.

 

Sin embargo, conforme el juego fue adquiriendo popularidad, se incrementó la variedad de palos de hierro. Entre los fabricantes de estos habría que destacar a Robert Brodie, James Anderson, la familia Carrick, John Gray y Robert Wilson.

 

Hoy en día la construcción de palos ha dejado a un lado la pura artesanía para pasar a la construcción mecanizada, industrial y en grandes proporciones, aunque todavía, tanto en Europa como en estados Unidos hay lugares en los que se pueden encontrar pequeños talleres en los que es posible encontrar verdaderas obras de arte, dispuestas para que cualquiera de nosotros pueda comprarlas y jugar con ellas.

 

Los artesanos del golf no han desaparecido y todavía siguen construyendo los palos con muchas de las técnicas de aquellos pioneros en la construcción de palos.

 

  

   

 

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